lunes, 1 de noviembre de 2010

Fertilizantes minerales y orgánicos

Cuando el hombre dejó de ser nómade para hacerse sedentario y convertirse en agricultor, se perdió el equilibrio existente en la naturaleza, entre el consumo de nutrientes que necesitan los vegetales para su desarrollo y su reposición
al suelo. A partir de ese momento, el hombre debió pensar cómo devolver al suelo los elementos que se habían extraído del mismo y transformados en carne, leche, grano o fibra cosechados. F r e n t e a esta pérdida de fertilidad se buscó restituir parte de lo extraído, incorporando a la tierra estiércol, desechos de cosecha (rastrojos) o residuos orgánicos. Posteriormente, se probó con abonos verdes, utilizando diversos cultivos que, cuando alcanzan el máximo desarrollo (biomasa), son incorporados en la "capa arable" para enriquecerla de materia orgánica que luego se convertirá en humus.
Cuando se demostró, que la planta necesita sustancias minerales para sintetizar sus principios nutritivos (fotosíntesis), se pensó en el empleo de los fertilizantes minerales.
Se experimentó entonces con diversas sales de nitrógeno, fósforo, calcio, magnesio, potasio y algunos microelementos como cobre, molibdeno, zinc, cobalto, hierro, manganeso y boro, en diferentes dosis, épocas de aplicación y formas de distribución e incorporación al suelo. Al cabo de algunos años se comprobó, que los rendimientos de grano, leche o carne, podían tener importantes incrementos con el agregado de elementos faltantes, por ello los productores comenzaron a adoptar las prácticas de fertilizar sus cultivos y praderas.

Existen en el mercado de los agroquímicos una variedad de fertilizantes y abonos que pueden llegar a cubrir las deficiencias que se presentan en los suelos con aptitud agrícola, ganadera, mixta o forestal, así como la producción intensiva de frutas, hortalizas, flores, etc.

Los fertilizantes minerales se clasifican por su composición química en:
1.- Nitrogenados: Son indispensables para el crecimiento vegetal. El nitrógeno es un componente de todos los tejidos, y se encuentra además, en la clorofila y en los meristemos de crecimiento.
2.- Fosfatados: La acción del fósforo en la planta es múltiple. Se encuentra en el núcleo de las células y es responsable de los procesos reproductivos. Además, actúa en el crecimiento de las raíces y le confiere a los vegetales resistencia a las heladas y enfermedades.
3.- Potásicos: El potasio interviene en la función de la clorofila, favoreciendo la síntesis de los azúcares y su migración a las áreas de reserva de la planta.
4.- Elementos menores: Son necesarios y actúan en el metabolismo de las plantas en pequeñas cantidades, enzimas u hormonas vegetales.
5.- Calcio, azufre, magnesio y sodio: Estos elementos se conocen como secundarios y son de suma importancia en el crecimiento y desarrollo vegetal, su deficiencia puede ocasionar

Los fertilizantes orgánicos Son los abonos provenientes de los organismos vivos. Se caracterizan por ser enriquecedores de nitrógeno, además de actuar beneficiosamente en la física del suelo (humus), favoreciendo la estructuración del mismo. Los abonos orgánicos o productos derivados de la actividad biológica, se dividen en:
1.- Animal: Estiércol (de vacunos, caballos, aves, cabras, etc.), subproductos de frigoríficos, harina de hueso, sangre desecada.
2.- Vegetal: Residuos vegetales, abonos verdes, subproductos de la industria, compost y desechos vegetales tratados con lombrices (californianas).
3.- Biológicos: Son varios y se aplican con Rhizobios a las semillas de leguminosas para la fijación de nitrógeno.
4.- Mixtos: Residuos domiciliarios tratados, mezclas de los anteriores

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