lunes, 1 de noviembre de 2010

Ciclo del nitrógeno

El nitrógeno es uno de los elementos más ampliamente distribuidos en la naturaleza. El principal reservorio de nitrógeno es la atmósfera. En el suelo se encuentra bajo tres formas.
1. Nitratos: es una forma de nitrógeno asimilable o disponible por las raíces de las plantas.
2. Amoniacal: es una forma de nitrógeno de transición y no abunda en el suelo.
3. Orgánicas: se encuentra en la materia orgánica y es la única fuente permanente o reserva de nitrógeno en el suelo.

Por sus funciones en la fisiología de las plantas, es un elemento esencial para el crecimiento y desarrollo de los cultivos. Los altos requerimientos de nitrógeno de las plantas lo convierten en un factor limitante en todos los suelos del mundo. Al avance de la agricultura y los procesos de degradación, originados por el excesivo laboreo del suelo acentúan esta deficiencia dado que los primeros centímetros son los más fértiles. En la dinámica de este nutriente en el suelo el nitrógeno orgánico y los nitratos son las formas más importantes a tener en cuenta en la productividad de los cultivos. Los contenidos de nitrógeno para los niveles más bajos son de 4000 kg ha-1 mientras que para niveles altos son de 12000 kg ha-1 para todo el perfil del suelo. Con altos niveles de nitrógeno orgánico habrá mayores posibilidades de liberar nitratos en el suelo. Los bajos niveles de fertilidad nitrogenada podrían corregirse con fertilizantes (urea etc.,) e implantación de leguminosas

Perdidas de nitrógeno:

Desnitrificación: Es despreciable en los suelos cuando su humedad está por debajo del 60 % de la capacidad de retención hídrica. En Molisoles se ha observado que el proceso es de escasa magnitud con contenidos de agua inferiores al 30 % acelerándose exponencialmente al aumentar humedad

La información existente es escasa para determinar factores de corrección de dosis de fertilizante. Sería adecuado por el momento considerar las pérdidas por desnitrificación como nulas bajo labranza convencional y de alrededor del 5 % en siembra directa (SD).

Volatilización: Revisiones bibliográficas indican que la volatilización en suelos agrícolas bien drenados es pequeña cuando se aplican fertilizantes en forma de nitratos. Es muy escasa la información sobre volatilización en suelos tropicales, cuando los fertilizantes son incorporados, las pérdidas por volatilización son bajas y están en el orden de magnitud de los aportes de nitrógeno por las lluvias. Cuando los fertilizantes no son incorporados la volatilización podría representar de un 5 a 30 % del nitrógeno agregado.

Lixiviación: La concentración de nitratos en el suelo decrece con la profundidad, por lo tanto es un fenómeno general en la región tropical encontrar mayor concentración cerca de la superficie del suelo. Por otro lado, se ha establecido para los distintos cultivos que pueden absorber agua de 0.80 m hasta 2 m de profundidad (suelos arcillosos a arenosos) durante la floración, momento de máxima biomasa y profundidad de raíces. En general, las mayores pérdidas por lixiviación de nitratos podrían ocurrir con altas fertilizaciones y precipitaciones y bajo consumos de los cultivos (estados iníciales).
Tipos y fuentes de fertilizantes nitrogenados

Fertilizantes

Los fertilizantes se pueden clasificar en:

Simples: aquellos que suministran un único nutriente principal, por ejemplo Urea y Superfosfato triple.

Binarios: aquellos que suministran dos nutrientes, por ejemplo sulfato de amonio, fosfato di amónico.

Compuestos o multinutrientes: suministran varios nutrientes. Pueden ser gránulos mezclados químicamente mezclados por compactación o simple mezclas físicas.

Nitrogenados

Amoníaco anhidro: cambia de líquido a gas cuando se pone en contacto con el suelo, 82 % de N
Nitrato de amonio calcáreo (CAN): 27 % de N

UAN: líquido y varia de 30 a 32 % N

Urea: 46 % de N

Fosforados

Fosfato di amónico: 18 % de N y 46 % de P2O5 (20 % de P)

Fosfato mono amónico: 11 % de N y 51 % de P2O5 (23 % de P)

Superfosfato triple: 46 % de P2O5 (20 % de P)

Superfosfato simple: 21 % de P2O5 (9 % de P) y 12 % de S

Potásicos

Cloruro de potasio: 60 % de K2O (50 % de K)

Sulfato de potasio y magnesio (Sulpomag): 22 % de

K2O (18 % de K), 22 % de S y 11 de Mg

Azufrados

Sulfato de amonio: 24 % de S y 21 de N

Sulfonitrato de amonio: 12 % de S y 26 de N

Momentos de aplicación de nitrógeno

A la siembra o pre siembra: Puede ser al voleo o en la línea de siembra.

Postergado: al macollaje en invierno y 2-4 pares de hojas en maíz. En general se usan fertilizantes nitrogenados y se aplica al voleo. Aunque hay años y/o lotes que favorecen las aplicaciones de fertilizante a la siembra y otros al macollaje o en ambos momentos, la respuesta productiva, en promedio suele ser similar.

Existen factores agronómicos y operativos que pueden justificar técnicamente cada alternativa (siembra y macollaje), sin excluir el fraccionamiento. Por ejemplo al macollaje se pueden observar síntomas visuales del cultivo y reservas hídricas que permitan modificar dosis o tomar la decisión de fertilizar o no, mientras que con alta deficiencia inicial de N en el suelo y alta reserva de agua, lavado de N disponible y aplicación de P (mayor interacción) es conveniente fertilizar a la siembra.

Fraccionado: Una parte a la siembra y la otra postergada (macollaje o 2-4 pares de hojas según el cultivo). Es común en casos donde se realiza una fertilización con N + P a la siembra y luego con condiciones favorables de clima se completa la dosis de N en forma postergada.

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