lunes, 1 de noviembre de 2010

El suelo

Antes de iniciar a con temas de agricultura tropical, hay que hablar sobre el suelo, que es donde se desarrolla la agricultura.

El suelo es un cuerpo natural proveniente de distintos procesos físicos, químicos y biológicos, actuando sobre el material original, que le imprimen rasgos característicos y es capaz de soportar la vida vegetal. El suelo es un sistema abierto, dinámico, constituido por tres fases. La fase sólida está compuesta por los componentes orgánicos e inorgánicos, que a través de distintos arreglos dan lugar a la estructura del suelo. La textura es una de las propiedades más permanentes del suelo, no obstante puede sufrir cambios por laboreo (mezcla de horizontes), erosión eólica (suelos más gruesos por pérdida de material), erosión hídrica (deposición de materiales más finos), etc. Es el elemento que mejor caracteriza al suelo desde el punto de vista físico. La permeabilidad, la consistencia, la capacidad de intercambio de iones, de retención hídrica, distribución de poros, infiltración y estructura, son algunas de las características del suelo que en gran medida dependen de la proporción de las distintas fracciones texturales que constituyen un determinado suelo.

Arena gruesa: macro porosidad alta, permeabilidad alta, compacidad baja, poca inercia térmica, facilidad de laboreo, energía de retención de agua baja, almacenamiento de nutrientes bajo.
Limo: fertilidad física deficiente, riesgo de encostra miento superficial, velocidad de infiltración baja, inestabilidad estructural alta, permeabilidad media a baja, erosionabilidad alta, almacenamiento de nutrientes y capacidad de retención de agua útil media a baja.

Arcilla: fertilidad química alta según mineralogía, superficie específica muy alta, capacidad de intercambio catiónico alta y variable con mineralogía, capacidad de retención de agua útil alta, micro porosidad alta, dificultad penetración raíces

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